POEMA A UN PERRO COJO (Manuel Benítez Carrasco)

PERRO FIEL

Una pareja de jóvenes tenía varios años de casados y nunca pudo tener hijos.
Para no sentirse tan solos compraron un cachorro Pastor Alemán, el cual criaron como si fuera su propio hijo.
El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso Pastor Alemán. El perro salvó en más de una ocasión a la pareja de ser atacada por los ladrones. Siempre era un perro fiel a sus dueños contra cualquier peligro.
Luego de 7 años de tener al perro, la pareja logró tener al hijo tan ansiado, la pareja estaba tan contenta con su nuevo hijo que disminuyeron las atenciones que tenían para con el perro. Éste se sintió relegado y comenzó a tener celos del bebé. Gruñía cuando sus dueños paseaban al bebé y no era el perro cariñoso y fiel que tuvieron durante 7 años.
Un día la pareja dejó al bebé plácidamente durmiendo en la cuna, mientras preparaban una carne en la terraza, cual no sería su sorpresa, cuando al dirigirse al cuarto del bebé, ven al perro con la boca ensangrentada moviendo la cola.
El dueño del perro pensó lo peor, sacó un arma y en el acto mató al perro. Corrieron al cuarto del bebé y con gran asombro lo encontraron tranquilamente durmiendo. En la parte debajo de la cuna del bebé encontraron una serpiente degollada.

El dueño lloró amargamente lamentándose: "He matado a mi perro fiel".
Cuántas veces hemos juzgado injustamente a las personas. Lo que es peor, las juzgamos y las condenamos sin investigar a qué se debe su comportamiento, cuáles son sus pensamientos y sentimientos.
Muchos amigos fieles hemos "matado" por no aclarar una situación, muchas veces las cosas no son tan malas como parecen, sino todo lo contrario. La próxima vez que nos sintamos tentados a juzgar y condenar a alguien recordaremos La Historia del Perro Fiel.

DEJALO YA!!! (Cancion contra el maltrato animal)

DIARIO DE UN PERRO ABANDONADO


1 semana.
Hoy cumplí una semana de nacido, ¡Que alegría haber llegado a este mundo.

 

 

1 mes.
Mi mama me cuida muy bien. Es una mama ejemplar.
2 mes
Hoy me separaron de mi mama. Ella estaba muy inquieta, y con sus ojos vidriosos, me dijo adiós. Esperando que mi nueva "familia humana" me cuidara también como ella lo había hecho.
4 meses.
He crecido rápido; todo me llama la atención. Hay varios niños en la casa que para mi son como "hermanitos". Somos muy inquietos, ellos me jalan la cola y yo les muerdo jugando.
5 meses.
Hoy me regañaron. Mi ama se molesto porque me hice "pipi adentro de la casa; pero nunca me habían dicho donde debo hacerlo. Además duermo en la recamara... !Ya no me aguantaba!
8 meses.
Soy un perro feliz. Tengo el calor de un hogar; me siento tan seguro, tan protegido. Creo que mi familia humana me quiere y me consiente mucho. Cuando están comiendo me convidan. El patio es para mi solito y me doy vuelo escarbando como mis antepasados los lobos, cuando esconden la comida. Nunca me educan. Ha de estar bien todo lo que hago.
12 meses.
Hoy cumplí un año. Soy un perro adulto. Mis amos dicen que crecí más de lo que ellos pensaban. Que orgullosos se deben de sentirse de mi.
13 meses.
Que mal me sentí hoy. Mi "hermanito" me Quito la pelota. Yo nunca agarro sus juguetes. Así que se la quite. Pero mis mandíbulas se han hecho muy fuertes, así que lo lastime sin querer. Después del susto, me encadenaron casi sin poderme mover al rayo del sol. Dicen que van a tenerme en observación y que soy ingrato. No entiendo nada de lo que pasa.
15 meses.
Ya nada es igual... vivo en la azotea. Me siento muy solo. mi familia ya no me quiere. A veces se les olvida que tengo hambre y sed. Cuando llueve no tengo techo que me cobije.
16 meses.
Hoy me bajaron de la azotea. De seguro mi familia me perdono y me puse tan contento que daba saltos de gusto. Mi rabo parecía un abanico. Encima de eso, me van a llevar con ellos de paseo. Nos enfilamos hacia la carretera y de repente se pararon. Abrieron la puerta y yo me baje feliz creyendo que haríamos nuestro "día de campo". No comprendo por que cerraron la puerta y se fueron. "¡Oigan, esperen!" -ladre... se olvidan de mi. Corrí detrás del carro con todas mis fuerzas. Mi angustia crecía al darme cuenta, que casi me desvanecía y ellos no se detendrían: Me habían olvidado.
17 meses.
He tratado en vano de buscar el camino de regreso a casa. Me siento muy solo y estoy perdido. En mi sendero hay gente de buen corazón que me ve con tristeza y me da algo de comer. Yo les agradezco con mi mirada y desde el fondo con mi alma. Yo quisiera que me adoptaran y seria leal como ninguno. Pero solo dicen "pobre perrito", se ha de haber perdido.
18 meses.
El otro día pase por una escuela y vi a muchos niños y jóvenes como mis "hermanitos". Me acerque, y un grupo de ellos, riéndose, me lanzo una lluvia de piedras "a ver quien tenia mejor puntería". Una de esas piedras me lastimo el ojo y desde entonces ya no veo con el.
19 meses.
Parece mentira, cuando estaba mas bonito se compadecían mas de mi. Ya estoy muy flaco; mi aspecto ha cambiado. Perdí mi ojo y la gente mas bien me saca a escobazos cuando pretendo echarme en una pequeña sombra.
20 meses.
Casi no puedo moverme. Hoy al tratar de cruzar la calle por donde pasan los coches, uno me arrollo. Según yo estaba en un lugar seguro llamado "cuneta", pero nunca olvidare la mirada de satisfacción del conductor, que hasta se ladeo con tal de centrarme. Ojala me hubiera matado, pero solo me disloco la cadera. El dolor es terrible, mis patas traseras no me responden y con dificultades me arrastre hacia un poco de hierba a la ladera del camino.
Tengo 10 días bajo el sol, la lluvia, el frió, sin comer. Ya no me puedo mover. El dolor es insoportable. Me siento muy mal; quede en un lugar húmedo y parece que hasta mi pelo se esta cayendo. Alguna gente pasa y ni me ve; otras dicen: "No te acerques"
Ya casi estoy inconsciente; pero alguna fuerza extraña me hizo abrir los ojos. La dulzura de una voz me hizo reaccionar. "Pobre perrito, mira como te han dejado", decía... junto a ella venia un señor de bata blanca, empezó a tocarme y dijo: "Lo siento señora, pero este perro ya no tiene remedio, es mejor que deje de sufrir. " 
A la gentil dama se le salieron las lágrimas y asintió. 
Como pude, moví el rabo y la mire agradeciéndole me ayudara a descansar. Solo sentí el piquete de la inyección y me dormí para siempre pensando en porque tuve que nacer si nadie me iba a querer.

CUANDO  FUI UN PERRETE FELIZ...

 

Al final de mi vida, he decidido contar mi historia, pero mi intención no es  dar a conocer mis vivencias en concreto, sino el sentimiento y las emociones vividas por otros animales, que como yo, pasaron de la dicha al desamor en cuestión de minutos, y tuvimos que volver a reponernos y confiar en la bondad de vuestra especie, del ser humano.

Aprendimos que no todos sois iguales, les hay quienes nos han herido en lo más profundo de nuestro alma hasta resquebrajarla, y también los hay que nos han hecho sentirnos los seres más especiales del mundo y han devuelto la esperanza a nuestro corazoncito.

Me ha costado dar este paso, pero creo  que es necesario que todo el mundo sepa toda la verdad …

Sólo tengo recuerdos muy vagos, pero desde pequeño siempre he sido un  perro muy muy feliz, desde que tengo uso de razón, me he sentido dichoso y amado, hasta tal punto que, dentro de considerarlo la normalidad en mi vida, me levantaba y me acostaba lleno de amor hacia los que consideraba mi familia leal, el alfa y el omega de mi mundo y de mi vida. Vivía con pasión cada momento, cada juego, cada caricia, cada bocado… Es complicado expresarlo con palabras.. hasta que un día me levanté y … las tinieblas llegaron a mi… Mi familia considero , sin ninguna razón aparente, por lo menos para mí, que yo no formaría parte de ellos nunca más y me dejaron en un lugar desconocido, lejos de lo que fue mi hogar desde que mi madre me trajo a este mundo… Miraba a mi alrededor y sólo veía soledad, terror, desconocimiento, oscuridad… pasé días vagando sin saber qué rumbo tomar porque  , cómo encontrar destino cuando tienes miedo, hambre, frío, soledad y decepción?? Muchos dicen que los perros no sentimos perro no podrían estar más equivocados.. Siempre he creído y confiado en el ser humano, hasta el día que se deshicieron de mí como un mueble viejo que ya no sirve para nada… Cuando me dejaron en aquella calle solo, intenté cruzarme con sus miradas para encontrar en sus ojos una explicación , porque sentía que la merecía, o al menos la necesitaba…. Pero no la encontré, porque no me miraron, no  me hablaron… quizá sintiesen indiferencia o a lo mejor era vergüenza de un acto tan poco puro? Nunca lo sabré…

Fui maltratado por gente cruel que me veían como un modo de diversión… no conseguía que vieran mi sufrimiento, por más que lo intentaba, por más que luché, hasta la extenuación..

Pasé de la felicidad más infinita a la desdicha más desoladora de un día para el otro y sin razón ninguna…

Un día, cuando ya no se puede tener más dolor infinito en el alma, me dejé a mi suerte, porque cuando pierdes la esperanza , que es lo último que se pierde, ya no queda NADA … sólo queda irme muy lejos, a aquel lugar que imaginaba donde no existe el dolor, hasta donde te lleve este mundo , pierdes el miedo porque has perdido lo único y lo mejor que tenías… tu familia.

En un día lluvioso en el que me dolían los huesos de la humedad, aunque no más que mi corazón, noté una mano cálida sobre mí, y he de reconocer que me asusté, porque en aquellos días, y después de tanta desolación y tanto maltrato, prefieres la indiferencia a más dolor..

Pero era una mano amiga… y aunque en un primer momento no confiaba, no tenía fuerzas para defenderme en caso de que no fuera así…

Me cogió y me arrulló como un bebé indefenso , aunque ya no soy un cachorro, es así como me sentía, totalmente desvalido..

Me llevó a un sitio donde había muchos más perros  como yo…Sus miradas delataban que ahora estaban mejor, pero algún día sintieron las mismas emociones que pude sentir yo en ese instante.

Me metieron en un lugar donde había una camita , agua y comida… Era como un miniparaíso después del infierno que había vivido, pero aún así me sentía aterrado… me habían fallado una vez, y por qué había de pensar que esta gente sería distinta a la familia que me deshechó de su familia o que la gente que me maltrató y me humilló durante todo este tiempo en la calle?? No conseguí comer nada , a pesar del hambre que me invadía, pero el terror era tan fuerte, que anulaba todas las necesidades fisiológicas que pudiera tener..

Esa gente me miraban con ojos aparentemente bondadosos y lastimosos, ofreciéndome comida, intentando curarme las heridas y acariciándome, pero  los días pasaban, y  no lograba olvidar todo lo que había tenido que padecer a manos de individuos de vuestra especie… Pero dicen que el tiempo todo lo cura… y aunque en momentos de flaqueza y tempestad, yo no lo creía, acabé sintiéndolo en mis propias carnes…

Esa gente se portaba tan bien que la esperanza empezó a invadir mi ser… esa felicidad tan lejana y difusa con mi familia volvía de forma lenta … se hacía realidad y se habría ante mí  una visión en el que volvía a ver luz en mi mundo de oscuridad.

Me animaba a comer , me tumbaba en la camita que preparaban para mí con todo su amor y esperaba la hora en la que me sacaban a pasear con otros compañeros con los que empecé poco a poco a relacionarme..mis  otros compañeros perrunos me contaban sus vivencias y me contaban que esa gente les cuidaba tan bien que habían recobrado el amor que un día hubo en su ser.

Hubo incluso otros perros que me contaban sus historias y conseguían hacerme estremecer, dándome cuenta que sus situaciones habían sido infinitamente más aterradoras y desoladoras que la mía, y aún así habían llegado a sobreponerse al dolor y volver a recobrar la esperanza y las ganas de vivir.

Empecé a oír rumores de que muchos de nosotros se acababan yendo con otras personas que venían a buscarles, y entre mis compañeros se cuenta que son familias que vienen para llevarles al paraíso… será verdad??

Desde que me contaron esto, cada noche en la tranquilidad y soledad de mi canil, reflexionaba sobre ello, y soñaba con mi antigua familia que tanto cariño me dio, recordando  la infancia tan hermosa que viví, pero de repente y de forma estrepitosa me asaltaba el fatídico día en el que me separaron de su lado y me despertaba llorando…

No siempre tenía consuelo de mis cuidadores humanos o de mis amigos peludos, pero en la oscuridad de la noche, me sobreponía al dolor y volvía a dormir esperando soñar e imaginar la familia que me volvería a querer y vendrían a por mi y llevarme al paraíso…

Una mañana, y como otra mañana cualquiera, me desperté y vi en la puerta de mi canil  a uno de mis cuidadores acompañado de una gente que me miraban con una sonrisa de paz y amor a la vez que de lástima. Su tono era amigable y cálido, y aunque, otra vez más, el miedo a los cambios me asaltó , intenté saludarles con un tímido movimiento de cola… luchaba contra mis miedos y supe que venían a buscarme… era yo el elegido, como en su día, fueron otros compañeros los que se fueron para no volver más…

Cuántas veces he podido haber soñado  este momento?? Infinitas, cada noche, cada luna llena, cada cambio de mes y de año… y ahí estaban , observándome como que fuera el ser más especial de todo el universo, o al menos de mi universo, que era suficiente… y por qué me sentí estúpido de tener angustia ante esa mirada fija si no había pasado un día que deseara sentirme especial?? …

Abrieron el canil,me cogieron entre sus brazos con un amor incondicional, sentí una energía tan placentera que no pude moverme, y me subieron a un coche para llevarme con ellos… vi las lágrimas en los ojos de aquellos que me habían recogido del infierno de la soledad de la calle ese día donde creí morir, pero noté que no eran lágrimas de tristeza, sino de alegría por mi futura felicidad y miedo a echarme de menos… Yo también he de reconocer que lo sentí.. En ese instante tuve tal turbulencia de emociones que me cuesta clasificarlas; me sentía temeroso de la vida que me esperaba,porque lo desconocido siempre da miedo, aunque el fondo de mi ser quería experimentarlo, pero cuando miré las caras de las personas del refugio, no pude evitar sentir una punzada de culpabilidad por abandonarles esta vez yo a ellos; me sentí desagradecido por no haber sabido demostrarles quizá con más intensidad lo que les agradecía todo lo que habían hecho por mi… me habían salvado literalmente y me habían devuelto la dignidad y la felicidad y no se puede esperar más de alguien.Aunque por otra parte, sentía que me abandonaban a mi suerte otra vez con esa gente desconocida.. Después , pàsado el tiempo me di cuenta que ese pensamiento era una necedad y que sólo querían lo mejor para mi.

 Yo creo que ellos saben que les echaré de menos y yo sé que del mismo modo ellos me añorarán, aunque así es la vida.. y tienen que seguir haciendo esa labor tan increíble, seguir cuidando de mis compañeros que se quedan allí y salvando más vidas que al igual que la mía, la vida les da un giro de 360º sin esperarlo y sin merecerlo…

Cuando llegué a mi nueva casa la incertidumbre y la ansiedad me asaltó, las primeras noches lloré y deseé volver a mi canil, con mis compis y con las personas que me cuidaron porque me di cuenta que habían sido mi familia, y que disfruté con ellos experiencias que quedarán en mi mente para siempre…

A pesar de que mi nueva familia me atendían y me querían,jugaban conmigo, me achuchaban, me llevaban de excursión y se les notaba que eran más felices desde mi llegada a su hogar, yo no me sentía totalmente cómodo y no entendía porqué.. pero una vez más la vida te demuestra que uno se acostumbra a todo y sobre todo a lo bueno… y mi vida empezó a transcurrir con una rutina a la que me habitué aunque me costó…

Esa familia se convirtió en mi única e intransferible familia, a la que adoró con todo mi corazón , a la que les demuestro cada día lo que me importan y a quienes agradezco que me hagan recobrar mi vida plena que un día olvidé que existía.

De vez en cuando, y para mi gran sorpresa, mi familia me llevaba a ver a mis antiguos compañeros y a mis cuidadores anteriores… jugaba y disfrutaba con todos ellos durante una tarde, y después partíamos a casa de nuevo.. al mirar atrás veía con lástima que muchos de mis compañeros aún no habían encontrado “ el paraíso” de un hogar, y sin embargo otros ya no estaban, imagino que porque como yo, una familia les había mirado por primera vez y nunca más se habían podido separar de ellos.. Me hubiese gustado verles de nuevo pero me alegro mucho por ellos.

Mi vida ha sido, como podéis ver, una mezcla turbulenta de tristeza, alegría, desolación, añoranza, separaciones y reencuentros, pero siempre sacando el lado positivo de todo…

Y deciros que al final de mi vida y aunque sea un perro y muchos de vosotros penséis que no podéis aprender nada de mí, me gustaría daros unos consejos: Vivid con pasión cada momento feliz porque no sabéis cuándo será el último, ayudad y quered con todo vuestro amor y todo vuestro ser  a los que tenéis alrededor  y siempre SIEMPRE  tended la mano a los que os necesitan en cualquier instante y en cualquier lugar porque para la mayoría de ellos, seréis su salvación, seréis su todo…